Explora Lanzarote, la isla de fuego

De vez en cuando, encontramos lugares mágicos que nos aportan otra visión y otra filosofía de vida.

Si quieres escapar del asfalto, la rutina y el estrés, vuela a Lanzarote, una isla transformada por el fuego en un tesoro por descubrir. Eso sí, FPS 50, recomendado.

 Palmeras, casas blancas, buganvilias y roca volcánica dan forma a un paisaje sin igual. Te contamos todo lo que no te puedes perder, en Top Viajar.

Lo mejor para recorrer la isla es alquilar un coche, ya que sale muy bien de precio y nos permitirá circular con libertad. Te proponemos un recorrido en sentido contrario a las agujas del reloj.

Primera parada: Timanfaya

Durante el recorrido de este Parque Nacional, sólo posible en autobús, nos explicarán cómo se ha ido formando la isla tras un periodo de erupciones durante los siglos XVII-XVIII. Allí puedes encontrar un restaurante donde se cocina al calor del volcán, y una muestra de un géiser de vapor. 

En el PN Timanfaya te parecerá estar en un tiempo apocalíptico, ¡y puedes montar en camello!

El Golfo, los Hervideros y las Salinas del Janubio

Al suroeste nos encontramos con estas tres paradas: el Golfo, donde podemos ver el Charco de los Clicos o Charco Verde, dentro de una playa de arena volcánica totalmente negra; los Hervideros, donde las olas han ido erosionando las rocas de lava, que muestran diferentes colores; y las Salinas del Janubio, que siguen activas, y enclavadas en una laguna delimitada por una barrera de lava.

La laguna verde, los hervideros, las salinas del Janubio y la Geria... de otro mundo.

Punta del Papagayo y la Geria

Continuando en dirección a la capital, Arrecife, al sur tenemos la zona más visitada por turistas para alojarse. Las playas de Papagayo son consideradas de las mejores, con arena blanca, y con visitas al Islote de los Lobos y a la isla de Fuerteventura.

Si nos adentramos en la isla, hallaremos un paisaje de cultivo diferente, la Geria, donde se aprovecha la arena volcánica para formar un cono invertido y, rodeado de una barrera de piedra, dar cobijo a vides y a árboles frutales.

El artista César Manrique

Natural de la isla, simpre buscó la armonía entre arte y naturaleza. A su vuelta de Nueva York, en los años 60, comenzó a dar una identidad única a la isla creando, a partir de los elementos naturales y la idiosincrasia de Lanzarote, espacios atractivos al visitante. La Fundación César Manrique, el Jardín de Cactus y los Jameos del Agua son los más representativos.

César Manrique le ha dado a la isla una personalidad irrepetible en cada rincón.

Teguise, Mirador del Río y la caleta de Famara

Teguise es la zona que antes se repobló por los habitantes de la isla tras las erupciones, fue capital de la isla y actualmente es el pueblo más extenso de Lanzarote, conocido como “La Villa”.

En el extremo oriental cuenta con las playas de Costa Teguise; y en el extremo occidental tenemos la localidad de Famara, con las Peñas del Chache, punto más alto en la isla, y la caleta de Famara, donde se refleja el cielo en la arena mojada y parece que estemos flotando.

Pueblos como Teguise, Nazaret, Punta mujeres, Famara,... son dignos de visitar.

Al norte de la isla, el Mirador del Río, desde donde podemos ver el Archipiélago Chinijo.

Un secreto…

La Cueva de los Verdes, también al norte de la isla, forma parte de un tubo volcánico, que se formó hace unos 5000 años, y sólo puede vistarse con guía y en grupos reducidos. Durante la visita, descubriremos un secreto que no se puede desvelar… ¿A qué esperas para descubrirlo?

En esta web oficial de Turismo Lanzarote encontrarás informacion y horarios para todas las visitas.